Hola mis Criaturas Literarias, yo soy JaaB y comenzando este nuevo año 2017 les traigo una propuesta indecentemente genial e interesante.
Cuando
se trata de escribir siempre tenemos algunas dificultades técnicas a la hora de
redactar un guion para algún personaje. La base para una buena conversación
entre personajes o incluso la forma de ser y pensar del mismo anclan en la
realidad (Así se trate de la cosa más bizarra y de ficción que se puedan
imaginar)
¿Entonces
como resolvemos el conflicto realidad? Muy fácil, sumergiéndonos en la misma
realidad de nuestro entorno. Muchos escritores y comediantes usan la técnica de
escuchar a los demás, esas típicas conversaciones en un café, en el
supermercado, en la cola del banco o incluso en el transporte público (Si, ese
que todos odiamos pero igual usamos)
Es
ahí cuando deben convertirse en un espía cotidiano, un sigiloso observador de la
muchedumbre, de la gente, de sus reacciones, sus gestos y su manera de hablar.
Los comediantes trabajan con la cotidianidad de la idiosincrasia que los rodea,
crean chistes en base a anécdotas propias o parodias de gente que escucharon. Muchos
escritores también hacen lo mismo, no para crear comedia, sino para crear
ficción.
La
base de una buena historia es la credibilidad, la esencia de los personajes
debe ser “real” (No importa si es un vampiro espacial de Saturno, un homúnculo
con doctorado en ciencias o una sensual hada madrina adicta al chocolate) todos
los personajes deben tener una base realista, una historia, una forma de
hablar, una manera de gestionar su personalidad e incluso una manera particular
de actuar y moverse, esas pequeñas acciones determinan que tu personaje sea
creíble (Por más ficticio y loco que parezca)
Esos
detallitos son los que se quedan en el subconsciente del lector, cuando un
personaje hable o gesticule sin siquiera ser nombrado, el lector ya sabrá de
quien se trata o si otro personaje está tratando de imitarlo (Porque vamos… no
queremos que todos nuestros personajes sean iguales…)
¿Entonces
cuál es el plan? Cuando estén en su modo ninja, observen y escuchen las
conversaciones ajenas, vean cada movimiento, que cosas hacen cuando dicen
alguna frase en particular, como responden a un insulto o un halago, cada
cuanto tiempo pestañean, cuantas veces se llevan las manos al rostro, la forma
de mover sus manos y pies, su sentido de la orientación al caminar y lo más
importante ¡Su manera expresiva! Como habla cada persona dependiendo de su
personalidad.
Extraigan
todas esas cosas que aprendieron y que no les de pena plasmarlo en el papel (Ya
les dije, escuchar no es un delito), porque todo personaje está basado en la
realidad, no tengan miedo de escuchar esas conversaciones ajenas, además de
inspirarlos a crear nuevos contextos y situaciones para sus historias,
agregarán el valor realista que toda buena historia debe poseer.
Espero
que los haya iluminado en el sendero del ninja escritor, vayan a espiar y creen
realidades ficticias.
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